Mi pequeño Pablo,
Los últimos tres años de mi vida, de
nuestra vida, han transcurrido como un pestañeo a pesar de que he
tratado de atesorar cada instante como a mi bien más preciado.
El 21 de Febrero de 2015 estará entre
los días más trascendentes de mi vida, y sin duda de la tuya.
Después de (casi) nueve emocionantes meses en el vientre de mamá
decidiste que ese era un buen día para asomarte al mundo. Y digo
casi porque nos pillaste por sorpresa adelantándote tres semanas a
tu fecha prevista de nacimiento. Quizá estabas, como nosotros,
ansioso por comenzar una nueva vida en familia. Tenerte en mis
brazos, sentir tu cuerpo cálido sobre el mio, tocar tus diminutos
deditos, acariciar tu delicada piel, mirarte a los ojos por primera
vez ha sido la experiencia más profunda que jamás haya vivido.
Desde ese día has pasado de ser
nuestro precioso bebé, casi como si de una extensión nuestra te
trataras, a una pequeña personita comenzando a reafirmar su
independencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario